Oyen

 Es curioso toser cuando se ha perdido la audición. Desde que quedé totalmente sorda, no había tenido el "privilegio" de toser de una forma continuada, así que no había reparado en esa sensación. 

Notar ese carraspeo en la garganta y no querer toser para no hacerte daño, ahora se me hace raro. Toso, pero no escucho el ruido de la tos. -¿Se escuchará fuerte?, ¿ será una tos a la que llamamos fea?-.

Sólo sé que me pica la garganta y el aire sale solo, forzando la garganta para salir de golpe. 

Al tragar noto como la boca me pide agua, agua y más agua. La saliva se hace más espesa.  Pide hidratarse de algún modo : caramelos, chicles, regaliz... El gusto y el olfato se realzan. En cuanto dejas de hidratar, vuelve ese carraspeo y las ganas de toser. Pero no la escucho. No sé cómo será esa tos. Sólo noto si hay mocos o no. La lengua nota el tacto del paladar seco e intenta resolverlo, pero sin éxito.

Cuando te oyes toser, te agobias demasiado, es molesto. Además de dolerte, tienes que escucharte, escuchar ese golpe de voz, ese aire saliendo con fuerza y dejando salir de golpe un sonido atronador que retumba en los oídos. 

Ahora toser parece menos agobiante, menos grave. Ahora al toser, debo fijarme en las caras de los otros para reconocer si esa tos es causa de alarma o no, les miro con atención y me miro a mí, en el espejo. Ya con "cara de tos" : colorada, ojos inyectados en sangre y la garganta tirante por el esfuerzo. Veo que sí, que debo tomar algo específico para esa tos.

Es curioso sí. Es curioso notar como la pérdida de un sentido, logra  enfatizar el resto de sensaciones. 

Es notar que te falta algo para tener toda la información. Como si para sentir esa tos, te faltara una parte de ti, de su sensación, de tu experiencia vital, y necesitaras suplirlo con algo.

Sé que es difícil de entender, yo tampoco lo habría entendido hace unos meses. pero el cuerpo aprende. Aprende a escucharse detrás de los otros sentidos : el tacto oye, el olfato oye, la vista oye y el gusto... oye. La ausencia de la capacidad de oír hace que los demás sentidos sientan más, sean más completos. Ellos oyen.